Descripción
Las fracturas óseas complejas implican dos o más líneas de lisis y varios fragmentos óseos separados. Esta complejidad es mayor en huesos planos, irregulares o curvos, y cuando alcanzan la superficie articular. Cuando una articulación está implicada, la subluxación y luxación añaden complejidad a la fractura.
El tratamiento de elección en este tipo de fracturas es la cirugía. Existen multitud de métodos de osteosíntesis, que se eligen de forma personalizada para cada caso y paciente. Esta planificación quirúrgica resulta en muchas ocasiones difícil debido a un diagnóstico exigente que implica entender los trazos de fractura, así como su separación o angulación respecto a su anatomía previa al evento traumático. La elección óptima del tipo, tamaño y número de dispositivos de fijación permitirán una adecuada osteosíntesis así como una recuperación funcional del hueso en un menor tiempo.
En el caso de fracturas acetabulares, dada la complejidad anatómica del hueso coxal, es fácil entender que las fracturas en el mismo van a implicar una alta complejidad. La proximidad a grandes vasos y a estructuras músculo-tendinosas de abdomen, cadera y muslos conllevan un daño de partes blandas añadido que hay que tener en cuenta de cara a intentar una intervención exacta y lo más breve posible.
El modelo impreso 3D de fracturas complejas se puede ver y tocar, permitiendo al cirujano conocer con exactitud el alcance de la fractura. Disponer del modelo físico, tangible, posibilita preparar de manera más precisa la orientación y el tamaño de los tornillos, reduciendo potenciales complicaciones durante la cirugía. La impresión del lado sano contralateral permite moldear las placas a la medida del paciente durante la planificación quirúrgica, reduciendo de este modo el tiempo quirúrgico y las posibles complicaciones intraoperatorias asociadas.